¿Qué puede detener los ensayos clínicos de una nueva vacuna?

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Imagen de Bao_5 en Pixabay

(Sputnik).- Tras el anuncio de la suspensión temporal de las pruebas clínicas de la vacuna contra el COVID-19 que desarrollan la Universidad de Oxford y AstraZeneca, la Organización Mundial de la Salud hizo énfasis en el carácter “rutinario” de esta medida.

“Nos complace que los desarrolladores de la vacuna estén asegurando la integridad científica de los ensayos y apegándose a las pautas y normas estándares para el desarrollo de vacunas”, señaló la entidad internacional en un mensaje difundido por varios medios de comunicación.

A pesar de la mesura con que se ha pedido tomar este contratiempo, en muchos casos pueden no ser claras las implicaciones de esta decisión. Por ello, el doctor y excomisionado para la influenza H1N1 en México Alejandro Macías difundió en YouTube un vídeo donde explica las posibles reacciones en los pacientes cuando se realizan pruebas clínicas de nuevas vacunas.

El especialista expuso que hay reacciones comunes que las personas pueden presentar tras la aplicación de nuevos medicamentos, como dolor en el sitio de la aplicación, fiebre o erupciones cutáneas. Apuntó que estos síntomas no son causa para detener una prueba como la efectuada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca.

En cambio, si un paciente manifiesta una anafilaxia —una reacción de hipersensibilidad o alergia grave—, desmayos, o dificultades para respirar, así como padecimientos neurológicos como el síndrome Guillain-Barré, las pruebas del medicamento pueden verse comprometidas.

Todos estos eventos pueden presentarse en un periodo estimado de seis semanas posteriores a la aplicación de la inyección. No obstante, Alejandro Macías consideró en este caso que es poco probable que la suspensión de las pruebas haya sido por esa causa. Pero reiteró que es extraordinariamente raro que se den estas situaciones.

Por otra parte, el especialista indicó que las pruebas clínicas de vacunas pretenden garantizar que se trata de un medicamento seguro. Los efectos secundarios que puedan generar, “son un buen pago para una de las acciones de seguridad pública de mayor utilidad”, concluyó.

Según The New York Times, uno de los voluntarios en las pruebas clínicas de la vacuna contra el COVID-19 fue diagnosticado con mielitis transversa, un síndrome inflamatorio que afecta la médula espinal y puede ser causado por infecciones virales. De momento esta información no ha sido confirmada por AstraZeneca.

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