El oro verde de Yucatán: ¿Henequén sustituto del plástico?

0
104
Foto: Gobierno de México

Por Jorge Cortina Montiel – (Sputnik).- En la actualidad, el uso de plásticos ha comenzado a ser cuestionado por sus secuelas en el medio ambiente. En promedio, los residuos de plástico pueden tardar hasta 500 años en desintegrarse, un aspecto que también implica su acumulación en diversos ecosistemas.

A consecuencia de esto, varios sectores han comenzado a impulsar el retorno de fibras naturales para sustituir a los productos de plástico. Una de las más utilizadas en el pasado fue la fibra de henequén o sisal, extraída de un cactus nativo del estado mexicano de Yucatán, para la elaboración de cuerdas para el amarre de embarcaciones.

Un grupo de investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) en Querétaro logró desarrollar polímeros hechos a partir de la fibra de henequén y fibra de vidrio para fabricar material para automóviles, lo cual hace pensar que en un futuro esta combinación podría sustituir algunos de los plásticos utilizados actualmente por la industria automotriz.

“Normalmente, los polímeros son materiales que no se degradan fácilmente, sino que duran muchos años en el ambiente antes de poder degradarse, de destruirse. Si yo le agrego fibras naturales, esa fibra, aun cuando está envuelta por plástico, es una parte que puede degradarse más fácilmente. A lo mejor eso puede ayudar también a que ese plástico se destruya más fácilmente a través del tiempo”, comentó para Sputnik el doctor Alejandro Manzano Ramírez, titular del estudio realizado por Cinvestav.

En septiembre de 2019, el gobierno de Yucatán anunció una inversión de 22 millones de pesos para reactivar la producción de henequén en ese estado, así como para atender la demanda de esta fibra natural. Durante el siglo XIX, Yucatán exportó este producto, pero entonces su cultivo estaba basado en el sistema de haciendas que prevalecía en México antes de la revolución de 1910.

“El uso de fibras naturales en el mundo fue dejándose de lado porque se vio que las fibras sintéticas tienen una mayor durabilidad, mejor comportamiento. Pero no hay que dejar pasar de lado que las fibras naturales, o cualquier producto natural, tiene una parte de biodegradación que, hoy en día, se ve mejor que un producto sintético que no tenga facilidad de degradación”, destacó Manzano Ramírez.

Con el tiempo, la producción de fibras sintéticas como el nylon, la fibra de carbono o la fibra de Kevlar comenzó a abaratarse, lo cual ha sido otro factor para que, en la actualidad, el retorno de fibras como el henequén se haya complicado.

“Hasta el momento, los polímeros naturales son más caros que sacar polietileno. Muchas veces, el problema de costo es el que ha frenado su uso más amplio. Hay varias propuestas, pero no todos son factibles industrial y cotidianamente hablando. Son muy costosos”, explicó el investigador del Cinvestav Querétaro.

La experiencia previa de Yucatán hace dudar al doctor Manzano Ramírez de que las fibras naturales puedan sustituir en el corto plazo el uso de plásticos.

“El problema es que, con los productos naturales, para que siguieran produciendo y mantuvieran su producción de la cantidad de fibra que se demandaba, tenían que utilizar muchas hectáreas de tierra y dedicarlas únicamente a plantar y crecer el henequén”, explicó.

Asimismo, la paradoja en la producción de etanol en Brasil es utilizada por el investigador mexicano para explicar que, si bien las fibras naturales dan una ventaja en cuanto a su capacidad para desintegrarse, también pueden generar consecuencias no deseadas en su producción.
En el país sudamericano la producción de la caña de azúcar para extraer el etanol se ha reducido ante el aumento en sus costos, así como por las sequías. Estos son algunos factores que también podrían influir en la producción futura de henequén u otras fibras naturales.
“A veces por eso hay que utilizar productos naturales hasta cierto punto. Cuando ya se demanda en grandes cantidades, no te da para satisfacer esa demanda o, si te da, tienes que sacrificar grandes extensiones de tierra dedicadas a este producto, más que a la producción de comida. Ahí es donde vienen los pros y los contras. Es un producto biodegradable, pero, de todos modos, tiene problemas”, alertó Manzano Ramírez.
Por lo pronto, la demanda de fibra de henequén ha comenzado a revivir gracias a su uso para la elaboración de productos artesanales, como bolsas, zapatos, carteras y artículos para decoración. Sin embargo, autoridades de Yucatán afirman que también han reanudado la exportación de la fibra a varios países de Asia y Europa.
Según cifras de la Secretaría de Desarrollo Rural de Yucatán, en 2019 se produjeron 27.000 toneladas de henequén en ese estado. La misma fuente afirma que su siembra ocupa alrededor de 15.000 hectáreas de cultivo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí