COVID-19 en Bolivia provoca “tsunami” de desempleo

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Imagen de Tumisu en Pixabay

La Paz, Bolivia (Xinhua).- La pandemia del nuevo coronavirus provocó en Bolivia un incontrolable “tsunami” de despidos de trabajadores, cierre de empresas y se prevé el desborde del trabajo informal, consideró hoy el experto laboralista, sociólogo e investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), Bruno Rojas.

“Bolivia vive un tsunami de despidos, lo que está acelerando la tasa de desempleo.
Se estima que este año se duplique el índice de desempleo registrado el año pasado”, señaló el experto en entrevista con Xinhua.

La cuarentena rígida por la COVID-19 golpea la economía nacional con un efecto obligado: la desocupación. La tasa de desempleo urbano alcanzó 7,3 por ciento en abril, mientras que en marzo era de 5,7 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En cambio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que este año el desempleo en Bolivia alcance un 8 por ciento de la población, un incremento respecto a la tasa de 4,8 por ciento registrada en el último trimestre de 2019.

El sociólogo manifestó que el confinamiento ha provocado la paralización de muchas empresas en el país, y en algunos casos el cierre definitivo con miles de personas sin empleo.

De acuerdo al análisis del experto, una de las consecuencias de esta suerte de crisis es que un gran porcentaje de personas han pasado a ser subempleadas.

“El subempleo crece ampliamente porque mucha gente, al no conseguir una fuente de ingreso, busca cualquier opción y trabaja en empleos de horas, fines de semana, ‘deliveries’ (entregas a domicilio), transporte, actividades que no generan derechos laborales, seguro, jubilación, seguridad social”, agregó.

Rojas indicó que otra de las secuelas de la recesión será la paulatina saturación de los trabajos informales, pues los desempleados “buscarán alternativas para dedicarse a la informalidad y generar al menos el sustento diario”.

Explicó que el sector informal creció de un 60 por ciento en 2014 a un 67 por ciento en 2017, y en los últimos años hasta un 78 por ciento de la población ocupada en el país.

Advirtió que este panorama configura derivaciones que pueden llegar a conflictos sociales insostenibles.

“El efecto de toda esta crisis sanitaria y económica es la pobreza y desigualdad”, alertó.

Consultado sobre las acciones a asumir para enfrentar la crisis y mitigar el impacto de la pandemia en el mercado laboral, consideró aplicar medidas de apoyo directo a la protección laboral, que tienen que ser acompañadas fundamentalmente por políticas estatales de reactivación económica.

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