Por René Quenallata
La Paz, Bolivia, abril (Xinhua) — La pandemia del nuevo coronavirus azotará con rigor la economía de Bolivia por la paralización de varias actividades obligada por la cuarentena, y se requerirán más de tres años para la reactivación, consideraron empresarios e industriales.
En entrevista con Xinhua, el licenciado en Ciencia Política con especialidad en análisis político y económico, Jorge Richter, manifestó que organismos internacionales ya avisaron sobre una recesión peor que en 2009, como consecuencia de la COVID-19.
“El coronavirus va arrasando con todo a su paso, incluyendo las frágiles economías de Latinoamérica, que deben prepararse para decaimientos casi seguros. Bolivia viene sufriendo una crisis desde el 2019 por las fallidas elecciones, y ahora con el coronavirus y un gobierno transitorio, su panorama económico es más complicado”, afirmó.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, afirmó a Xinhua que este año Bolivia crecerá por debajo del 2,5 por ciento, cifra menor a la del año pasado y la más baja de la última década, tomando en cuenta la crisis por la pandemia y sus efectos que ya se comienzan a sentir.
“En Bolivia vamos a tener una caída drástica del Producto Interno Bruto de un promedio de 1,5 por ciento, es decir, que el país estará creciendo en un promedio del 2 por ciento”, dijo.
El Banco Central de Bolivia (BCB) y los ministerios de Economía y de Planificación del Desarrollo anunciaron en febrero pasado el Programa Fiscal Financiero 2020, con el que proyectan para este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,5 por ciento y una inflación del 3,4 por ciento.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Barbery, dijo este lunes a un canal local que la reactivación de las empresas y la economía del país, golpeadas por las medidas de restricción frente a la pandemia, demorarán al menos tres años.
Barbery aseguró que hay “sectores muy golpeados” y otros “totalmente paralizados”, entre ellos el comercio, el turismo y el gastronómico, a los cuales les ha sido difícil cumplir con el pago de los salarios de marzo.
En tanto, Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), informó que del total de industrias manufactureras que hay en Bolivia sólo un 3,7 por ciento se encuentra activo debido a la emergencia sanitaria.
“Sólo funcionan 1.300 industrias de las 35.000 existentes en toda Bolivia. De cerca de 110.000 empleos formales en la industria en el país, sólo están operando 6.000 trabajadores”, afirmó el dirigente, quien consideró fundamental “salvar el empleo” en un contexto crítico para el sistema productivo industrial.
Los sectores industriales más afectados hasta el momento son los de textiles, muebles, plásticos, metalmecánica, bebidas alcohólicas y alimentos orgánicos, entre otros, es decir, los rubros que no son alimentos ni medicamentos, de primera necesidad en la emergencia sanitaria.
Microempresarios de varios rubros sugieren la reducción salarial temporal mientras dure la cuarentena y el congelamiento del incremento salarial para la presente gestión.
En esa línea, el representante de este sector, Ricardo Marroquín, señaló que es necesario poner el hombro al país, pero que el sector microempresarial no puede seguir cargando con todo el peso de las responsabilidades económicas en esta emergencia sanitaria.
