La Paz, Bolivia (Sputnik) — La presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, admitió haber cometido errores en la lucha contra la pandemia de COVID-19, provocada por el nuevo coronavirus, y reafirmó su propósito de combatir la corrupción que ha manchado a su gestión de la crisis sanitaria.
“Reconozco que hay cosas que no han salido de la mejor manera en la misión y en el trabajo enorme de enfrentar el virus, lo reconozco y de verdad lo siento”, dijo la gobernante en un mensaje grabado en video, que distribuyó el servicio presidencial de prensa.
La admisión presidencial, contenida en un mensaje por la fiesta cívica de la ciudad sureña de Sucre, fue hecha mientras cundía el caos callejero en varias localidades en las que el Gobierno autorizó la flexibilización de la cuarentena e inclusive en otras donde el confinamiento resultaba roto de facto por la ciudadanía.
Sin entrar en detalles sobre los errores a que se refería, Áñez señaló solo el caso de presunta corrupción en una reciente compra de 170 respiradores españoles, por que están en detención preventiva, desde el fin de semana, el exministro de Salud, Marcelo Navajas, y otras cinco personas.
“Quiero que sepan que voy a corregir con firmeza lo que se haya hecho mal y especialmente quiero que sepan que voy a impulsar todo el peso de la ley contra quien hubiera cometido la más mínima corrupción en salud, le toque a quien le toque”, afirmó.
El escándalo de los respiradores, por el cual varios sectores opositores piden la cabeza de Mohamed Mostajo, novio de la hija de la Presidenta y quien ejerce desde febrero el cargo de “Embajador de Ciencia y Tecnología”, ha reavivado dudas sobre toda la gestión técnica y económica de la lucha contra la pandemia.
El Gobierno transitorio no ha informado hasta ahora sobre los gastos motivados por la crisis sanitaria, aunque medios locales establecieron a fines de abril, en base a anuncios oficiales aislados, que los recursos asignados a enfrentar la pandemia sumaban unos 2.600 millones de dólares, incluidos préstamos internos y externos, y donaciones.
El caso del presunto sobreprecio en los respiradores, señalados además como inservibles para terapia intensiva, estalló luego de otros escándalos de corrupción que forzaron las destituciones de los ejecutivos de tres de las principales empresas estatales: la telefónica Entel, la aerolínea BoA y la petrolera YPFB.
Áñez, quien es también candidata presidencial para las elecciones generales que deberían realizarse a más tardar en agosto, anunció además que tiene listo un plan de reactivación económica, con promoción de inversiones y creación de empleos, para el período posterior a la pandemia.
