La Paz, Bolivia (Xinhua).- Bolivia llegó este jueves a 86.423 casos de la COVID-19 en el día de su fiesta patria agobiada por la crisis sanitaria, económica, política y una escalada de bloqueos de caminos que ha dejado desconectada a las ciudades y escasez de alimentos.
El Ministerio de Salud, en su reporte nocturno de este jueves, señala que se registró otra cifra elevada de decesos en un día con 80 y un total de 3.465 muertos en lo que va de la pandemia. Esta cifra muestra una letalidad promedio de 4 por ciento.
El informe también muestra que 27.373 personas vencieron a la COVID-19 que representa el 31,6 por ciento de total.
Los departamentos más castigados con la pandemia son Santa Cruz (este), La Paz (oeste) y Cochabamba (centro), en ese orden.
Bolivia cumple este 6 de agosto 195 años de la independencia del dominio español con bolivianos en casa, sin desfiles cívicos ni actos públicos protocolares, en medio de crisis política producto de las elecciones fracasadas en octubre del 2019, además, de las dificultades económica, social y sanitaria promovida por la pandemia de la COVID-19.
Los actos tradicionales de celebración de las fiestas patrias fueron suspendidos sin mayor trámite debido a que el país, como el mundo, se encuentra en emergencia sanitaria por la expansión de contagios del nuevo coronavirus, que en Bolivia avanza sin pausa y de forma imparable.
Esa situación de emergencia obligó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a suspender inicialmente el calendario electoral y postergar sucesivamente las elecciones generales, por presión del gobierno interino de Bolivia.
Los comicios debieron realizarse el 3 de mayo, luego el 2 de agosto y posteriormente el 6 de septiembre; actualmente se fijó para el 16 de octubre, situación que desató el descontento social que inició el 3 de agosto una huelga indefinida y bloqueo de caminos.
Estos nuevos comicios devienen después de que se anularan las elecciones del 10 octubre del año pasado, en las que el ex presidente (2006-2019), Evo Morales, fue declarado vencedor, pero luego forzado a renunciar en noviembre por movilizaciones populares, la sugerencia de renuncia que hicieran las Fuerzas Armadas y la Policía en medio de denuncias de fraude formuladas por la oposición y un informe de la OEA.
