¿Qué es la viruela del mono?

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Image by Gerd Altmann from Pixabay

Fiebre, decaimiento y lesiones son los principales síntomas de esta enfermedad detectada en más de 10 países. No es mortal y su contagio puede prevenirse. Una infectóloga explica cómo.

A comienzos de mayo, cuando la pandemia del COVID-19 parecía estar controlada, llega un virus que enciende nuevamente las alertas: la viruela del mono.

El primer caso se detectó en Reino Unido: se trataba de un residente británico que comenzó a tener síntomas tras volver de un viaje por Nigeria.

En el país africano, la enfermedad es endémica. Éste fue tomado como el “caso cero”, y el fantasma de una nueva pandemia empezó a sobrevolar en nuestras mentes otra vez.

Pero el virus no es nuevo. Se detectó por primera vez en la década de 1950 en una colonia de simios de un laboratorio, donde eran utilizados para una investigación. De allí proviene su nombre.

En 1970 se confirmaron los primeros casos de transmisión a humanos. Una de las teorías es que la transmisión fue por comer animales infectados.

“Fiebre alta, estado general de decaimiento y la aparición de lesiones en la piel”, son los síntomas de esta enfermedad, dijo la infectóloga chilena Claudia Cortés, profesora asociada de la Universidad de Chile, a Zona Violeta.

“Cuando uno además tiene el antecedente de haber estado en Europa o en lugares con contactos que viajaron, o que haya tenido una actividad de piel con piel con una persona que podría tener lesiones similares [es otro de los factores a tener en cuenta a la hora del diagnóstico]”, indicó la especialista.

“El diagnóstico se analiza por una técnica de PCR. Es la misma técnica utilizada para el COVID-19, pero se hace un estudio de la lesión en la piel, del líquido que emana de estos pequeños granos o lesiones”, explicó Cortés respecto a los estudios empleados en este tipo de virus.

“Estamos teniendo un contacto muchísimo más estrecho del que debiéramos [con animales]. Esto favorece la transmisión de ciertas enfermedades que son específicas de los animales que puedan dar el salto y enfermar al hombre”, agregó.

La infectóloga también resaltó que la población no debe alarmarse ante este nuevo suceso, pues los virus siempre existieron, al “ser parte de la evolución humana”,. Así como tiene tratamiento, y en caso de secuelas, hasta el momento las reportadas son leves. La diferencia es que hoy estamos más sensibles por lo vivido en estos dos años a raíz del COVID-19. Y a su vez más hiperconectados con la información de lo que ocurre en todo el mundo y la posibilidad de viajar a cualquier país.

Esto aumenta el riesgo de transportar diferentes tipos de virus, algo que quizás hace 20 años no ocurría con esta intensidad. Por lo tanto, Cortés recomienda estar atentos y saber identificar cuándo se debe consultar a un médico.

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