Moscú (Sputnik).- Protegernos individualmente es la mejor forma de evitar el contagio del nuevo coronavirus. Así, a la vez que cuidamos de nosotros, también resguardamos a nuestros allegados y al personal de salud, que se mantiene en primera línea del enfrentamiento al COVID-19 y es de los más vulnerables ante el implacable avance de la pandemia.
A lo largo del mundo se han detectado más de 75,05 millones de casos de infección por el patógeno, incluidos unos 1,66 millones de decesos y unos 42,42 millones de recuperaciones, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.
Son cifras que asustan y que se han visto incrementadas en las últimas jornadas, nueve meses después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado a finales de 2019.
Pero si la población en general se ve sometida a un gran estrés y sufre las consecuencias de este virus, en particular entre los más damnificados está el personal de salud, que tiene que lidiar directamente con los pacientes y en muchas ocasiones sin las condiciones de seguridad adecuadas para estos casos. También están muy presionados y agobiados con el exceso de trabajo a causa de la pandemia. Por tal motivo encabezan los grupos priorizados para iniciar la vacunación.
Los más afectados
Los trabajadores de la salud representan, según las estimaciones, el 3% de la población mundial, pero el 14% de todos los casos de infección por COVID-19″, destacó el 14 de diciembre el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En rueda de prensa de la organización, el directivo recalcó que “la pandemia nos ha recordado a todos el trabajo heroico que los trabajadores de la salud llevan a cabo día tras día” y apuntó que una de las principales preocupaciones de la OMS “es garantizar que los trabajadores de la salud tengan acceso a equipos de protección personal”.
Adhanom Ghebreyesus hizo referencia a un estudio de la OMS y UNICEF, que afirma que uno de cada cuatro centros de salud en todo el mundo carece de servicios básicos relacionados con el agua. Acotó que, en los 47 países menos adelantados del mundo, la mitad de todos los centros de salud carecen de agua potable.
Médicos italianos se llevan la peor parte en Europa
Italia perdió 259 galenos desde el inicio de la pandemia del coronavirus, más que cualquier otro país de la Unión Europea (UE), según la carta que la secretaria general del Sindicato de médicos italianos Pina Onotri envió el 16 de diciembre al primer ministro Giuseppe Conte.
“Quisiera atraer su atención sobre el alto número de médicos fallecidos, 259 hasta ahora, casi dos médicos al día, cada día”, entre los cuales la mitad son médicos de medicina general, destacó Pina Onotri en su carta reportada por la revista Panorama della Sanità.
Según comentó, “esta cifra resulta exorbitante, si la comparamos con otros países europeos. En Francia hubo 50 víctimas [entre ellos cinco médicos de hospitales], en Alemania 22, en Inglaterra 36, en España 80”.
“Eso quiere decir que algo no funcionó durante la primera oleada de la pandemia, que nos pilló a todos por sorpresa, y sigue sin funcionar ahora, aunque tendríamos que estar mejor preparados”, acotó la sindicalista.
Para Onotri, actualmente los médicos “continúan trabajando en
condiciones de falta de seguridad, si tomamos en cuenta que hay más víctimas entre los que realizan las actividades ordinarias respecto a los que trabajan en las unidades de enfermedades infecciosas”.
“No pedimos ni gratitud, ni reconocimiento, pero sí protección y el respeto que un Estado debería tener por aquellos que cada día honran el juramento que prestaron, incluso a costa de su vida”, concluyó Onotri.
México, el peor de todos
En septiembre pasado un informe de Amnistía Internacional, colocaba a México en el primer lugar a nivel mundial en la lista de países con más trabajadores de la salud fallecidos por COVID-19. Según el texto se estimaba en 1.320 las muertes de miembros del personal sanitario en el país, superando a países como Estados Unidos (1.077), el Reino Unido
(649) y Brasil (634).
En general los casos activos de COVID-19 entre trabajadores de la salud mexicanos crecieron un 11,1% entre el 30 de noviembre y el 7 de diciembre pasado, según los reportes sobre contagios de personal del sector de la Secretaría de Salud federal (SSA) publicados por el diario El Comercio.
El documento indica que el 7 de diciembre había 4.901 casos activos de coronavirus entre los trabajadores de la salud; mientras que, en el informe anterior, del 30 de noviembre, se reportaron 4.410 casos.
En total en México hasta el 7 de diciembre se habían contagiado con el virus 164.196 trabajadores de la salud, según la SSA, lo que equivale al 17% del personal de salud (un total de 964. 800 entre enfermeras, doctores, personal técnico y otros). La nota agrega que de los contagios, “las enfermeras agrupan el mayor número de casos, con 41% del total que
equivale a 67.322″.
La región de las Américas, es la más afectada a nivel mundial en cuanto al personal de salud infectado, como lo reconoció a inicios de septiembre la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne.
“Nuestros datos muestran que casi 570.000 trabajadores de la salud en nuestra región se han enfermado y más de 2.500 han sucumbido ante el virus”, manifestó.
Muy alta la tasa de contagios entre un sector que es el encargado de velar por la salud de todos. Por tanto, es importante el llamado a la cordura en estos días festivos de finales de año, para protegernos y así también cuidar a los que nos cuidan.
